viernes, 28 de diciembre de 2012

Para que no haya otro Winner

Para que no haya otro Winner

jueves, 11 de octubre de 2012

Military Dog Honored For Heroics In Afghanistan

Military Dog Honored For Heroics In Afghanistan

lunes, 13 de agosto de 2012

Una perra salva a sus cachorros del fuego y se los lleva a los bomberos

Una perra salva a sus cachorros del fuego y se los lleva a los bomberos

martes, 15 de mayo de 2012

LA SITUACION ACTUAL EN EL RUBRO "MASCOTAS"


Esto lo escribo sin alzar ninguna bandera política, mi intención es comentar lo que está ocurriendo en el rubro en el cual trabajo. En Argentina casi no se fabrican accesorios para mascotas, se pueden conseguir golosinas, colchonetas y collares de cuero, algún shampoo y casi nada más. La gran mayoría de los accesorios viene de China y son los mismos productos que se venden en Europa o Estados Unidos, como todo lo que viene de China puede encontrarse a distintos precios y obviamente con distintos grados de calidad. De esos artículos que vienen de China no hay una variante “industria nacional”. Hace unos años, por no sé que conflicto con China, la soja y las medidas aplicadas, faltaron artículos importados, fui con muestras de los productos a dos fabricantes de artículos plásticos y ambos me dijeron que no podían elaborar una versión nacional, los motivos? Las matrices son caras, no se venden cantidades que justifiquen esa inversión y no se puede competir en el exterior con los precios de China, o sea: no es conveniente. Ahora pasa lo mismo, lo que no entra por las fuertes restricciones a las importaciones simplemente no se consigue.
Qué pasa con los precios? Algunos productos nacionales han aumentado entre un 45 y un 60% desde marzo del año pasado. Los artículos importados no sufrieron grandes variaciones en los últimos años, pero con la imposibilidad de comprar dólares en el mercado oficial, los importadores manejan los precios teniendo en cuenta únicamente el dólar paralelo. Se reciben listas de precios con aumentos de hasta el 25% y a la semana se informa otra suba del 5% para “emparejar con el dólar” Faltan productos y eso promueve que los importadores y distribuidores aumenten los precios y que especulen con las cantidades que ofrecen.
Qué pasa con los libros sobre animales? Simplemente no están ingresando; en Argentina básicamente no se imprimen libros sobre mascotas, hay algunas impresiones básicas de mala calidad y la cantidad de razas que retratan es mínima. Las buenas colecciones venían de España, pero actualmente se trabaja con remanentes.  Pasa lo mismo que con los accesorios, al empresario argentino no le conviene imprimir si no sabe que va a vender muchos ejemplares. Cuántos libros se pueden vender sobre razas como el Cavalier King Charles, el Bouvier de Flandes u otras razas poco difundidas?
Qué pasa con los locales? El Pet Shop y la peluquería canina parecen haber reemplazado a lo que es su momento fueron los maxikioscos, videoclubes, canchas de paddle y locutorios. Abren y abren locales, uno al lado del otro, pero si prestamos atención son cada vez más los fondos de comercio que se ofrecen en el rubro. Es totalmente lógico que ante la inflación y la desconfianza generalizada la gente reemplace al baño en la peluquería por un baño “casero”, que en lugar de un juguete llamativo le de a su mascota una pelota vieja. Aumenta la oferta, baja la demanda y el comercio apenas resiste.
Qué pasa con las cosas que se fabrican acá? También se resiente la producción nacional, una conocida marca de alimento para peces no lanza sus productos al mercado porque a la imprenta que los abastece no le dejan pasar por la aduana el pegamento para las etiquetas (no es chiste) Quienes fabrican comederos y otros accesorios plásticos no están produciendo porque les faltan componentes que traen de afuera.
Qué podemos hacer? No mucho, pero en principio tratemos de no favorecer a las marcas que pretenden ganar con “avivadas” si además de aumentar el precio, reducen el tamaño del envase o bajan la calidad del producto, busquemos otro producto similar y por sobre todo tratemos de no fomentar corridas que promuevan más aumentos.

viernes, 13 de abril de 2012

ENTRENAMIENTO - EL METODO NELVEG - 4° PARTE


Por qué ladran los perros?

Sucede que en muchas ocasiones, nuestro perro puede convertirse en un animal ruidoso y molesto sin aparente razón alguna. Lo que en realidad sucede, es que los seres humanos no comprendemos de inmediato la gran cantidad de razones por las cuales un perro ladra. El ladrido es la manera en que nuestros compañeros se comunican tanto con los miembros de su especie, como con su dueño, expresando estados de ánimo, sentimientos, o advirtiendo de algún peligro o persona extraña. Siempre hay que tener en cuenta que los perros son animales territoriales y por lo tanto ellos tienden a defender su espacio por medio de ladridos y gruñidos que los hacen ver más feroces ante su “agresor”.
“No me dejes solo”, “cuidado, peligro”, “alguien se acerca a la casa”, “ahí viene el intruso”, son algunos de los mensajes que contienen esos persistentes y ensordecedores ladridos. Por esta razón debemos entender antes que nada, que nuestro perro no intenta hacernos desesperar y enojar con su medio de comunicación ya que él sólo desea disfrutar de nuestra compañía, ofreciéndonos todo su amor y protección. Sin embargo, un perro que ladra demasiado e inoportunamente es uno de los principales problemas a los que los propietarios deben enfrentarse, en una situación que suele acabar con su paciencia y sólo les deja la aparente salida de los gritos, los castigos y el uso de la fuerza; prácticas inhumanas que pueden dañar a su mascota y que no solucionan el problema de fondo.
La solución a este común problema se encuentra ni mas ni menos que en las manos de cada persona, entendiendo el comportamiento de su perro y descubriendo las causas que originan la mala conducta.


Acá estoy!

Los perros son animales que aprenden con rapidez, formando hábitos encaminados a su beneficio y con más razón si alguno de éstos contribuye a llamar la atención de su dueño, ya sea de buena o de mala gana; no importa como, “la atención es la atención”. Así se le hable con delicadeza o se le grite con desesperación para que deje de ladrar, lo importante para tu perro es que de una u otra forma estás interactuando con él. Si tu perro ladra para llamar la atención, simplemente hay que enseñarle que sus acciones tendrán el efecto contrario. Cuando estés ocupado o descansando y tu perro comience a ladrar, ignoralo y dale la espalda alejandote de él. Cuando se calle, aunque sea por un momento, acercate, pero sin verlo o dirigirle la palabra; con el tiempo, aprenderá que los ladridos te alejan, y que el permanecer en silencio te trae de vuelta. Cuando guarde silencio por periodos de tiempo más largos, como de treinta segundos a un minuto, premialo ya sea con caricias o con comida. Este proceso debe repetirse diariamente hasta que la mala conducta haya desaparecido y el perro haya entendido que si se calla, su amo le “hará caso”.


Me da miedo estar solo!

Tu mascota también puede ladrar cuando se encuentra sola en casa, aburrida y estresada por largos periodos de tiempo. Los perros son animales sociales y la mayoría de las veces no pueden entender porqué los miembros de su familia se van dejándolos completamente solos. Como resultado, se dan los ladridos a causa del estrés o simplemente por aburrimiento. El único remedio para este mal es enseñarle a tu perro a tolerar la ausencia de sus dueños. Muchas personas cometen el error de pasar todo el tiempo con sus mascotas cuando se encuentran en casa, lo cual es contraproducente, ya que cuando el dueño tiene que salir, el perro siente que ha sido abandonado. Por esta razón es necesario que se intercalen periodos de juego, con periodos de aislamiento, lo que le ayudará a tolerar la soledad, sintiéndose más seguro cuando tú no estás en casa. Otra manera efectiva, es atar al perro a la pata de una mesa o una silla mientras estás sentado o viendo la televisión y darle juguetes para masticar en los que pueda ocuparse. Progresivamente el “temeroso can” se acostumbrará a esta situación y será el momento de colocarlo en un cuarto a parte por cortos periodos de tiempo, aumentando el plazo hasta que el perro ya no se sienta solo y esté acostumbrado a quedarse en casa sin compañía alguna. Es muy importante nunca olvidar proveerlo de juguetes, ya que debemos ocuparlo en alguna actividad que le divierta y le ayude a pasar el tiempo.


Cuidado!

El ladrido como alarma fue la principal razón por la cual los humanos domesticaron a los perros, por eso, resulta irónico que esta razón ahora se vea convertida en un problema social. Un animal que ladra en presencia de intrusos puede ser muy útil en algunas ocasiones, pero si los ladridos son persistentes y no cesan después de algunas cuantas advertencias, se convierte en un verdadero problema. Si deseas enseñar a tu perro a ladrar solamente en el momento indicado, primero debés armarte del equipo necesario: una persona que te ayude y un par de premios para recompensar al perro. Sienta al perro al pie de la puerta y da la orden de “habla” al mismo tiempo en que la segunda persona, del lado opuesto, comienza a tocar la puerta; en ese momento premia a tu mascota y dile “gracias” o “buen perro”; quien se sorprenderá, ya que está acostumbrado a que le gritan cuando ladra. Ahora, mientras siguen tocando la puerta, dale la siguiente orden: “callado” y poné frente a su nariz el premio, después deben dejar de tocar la puerta. Poco a poco, la “alarma canina” aprenderá de una forma divertida e interesante la relación entre las órdenes y lo que queremos que haga, ya sea, avisar de la presencia de un extraño, o quedarse callado.


Qué sos, quién sos, por qué estás acá?

Los ladridos constantes en un patio o en un jardín suelen ser una de las quejas más comunes entre los vecinos; un perro que ladra con el mínimo estímulo visual o auditivo del exterior; con cada persona o animal que pasa frente a su territorio, no es precisamente “música para los oídos”. Con frecuencia, el perro que vive afuera, advertirá de los ruidos, personas o animales que vea o escuche, lo cual puede resultar molesto tanto para quienes pasan frente a la casa, como para quienes habitan alrededor de ella. Dejar a un animal en el patio o en el
jardín por mucho tiempo, lo llevará a encontrar actividades que no precisamente son “apropiadas” para nosotros, además de que se expone a una serie de peligros, como a ser envenenado, robado, o a lastimarse con los plantas y alimañas que habitan en el jardín. La única solución es enseñarlo a centrar su atención en juguetes, tener más interacción con él y mantenerlo dentro de la casa, aunque sea la una parte del tiempo que suele estar en el exterior; en conjunto, los juguetes y las distintas actividades físicas y mentales que lleves a cabo con tu perro, lo distraerán y le enseñarán cosas más divertidas que ladrar constantemente.


Problemas de ladridos

La clave para resolver un problema de ladridos es en primer lugar el determinar el por qué ladra el perro. Es por aburrimiento? Está ansioso por quedarse solo todo el día (ansiedad por separación)? O tal vez porque los vecinos o transeúntes lo molestan. Tu perro ladra durante un momento particular en el día, o en determinadas situaciones? Prueba con algunos de los consejos que te damos a continuación durante un par de semanas, no recurras al castigo físico y haz un poco de trabajo de detective antes de elegir la solución adecuada.


Guía general para un perro ruidoso

No toques a tu perro cuando esté ladrando. Cualquier contacto o caricia que intentes hacerle en ese momento sólo servirá para reforzar la conducta de ladridos. Sólo toca a tu mascota cuando esté tranquilo y en silencio. Consulta a un especialista en comportamiento si pensas que tu perro ladra por miedo o por un problema de ansiedad por separación. No premies el comportamiento de ladrar al: acariciar o tocar a tu perro, levantarlo, darle una galleta o su comida, abrirle la puerta porque te está gritando a ti, permitirle salirse de su jaula transportadora, o darle algo que él quiere. Espera hasta que tu perro se tranquilice para darle lo que él quiere. Premia el silencio! Esta es la parte más importante para enseñar a tu perro a que esté callado. Es importante que premiemos a nuestros perros por buen comportamiento cada día de sus vidas. Cada vez que el perro está callado cuando normalmente ladraría, asegúrate de felicitarlo, darle unas palmaditas, o una rascada, y un premio. Esto es para que aprenda que te gusta mucho cuando el silencio reina en la casa. Haz que tu perro forme parte de la familia. El comportamiento inaceptable, tal como los ladridos indeseables, jamás mejoran aislando al perro. De hecho, esa podría ser la razón por la que tu perro ladra todo el tiempo, ya que es infeliz estándo fuera. Deja que tu perro esté dentro cuando tú te vas si es el único momento en el que tu perro ladra. Él se sentirá más seguro dentro de la casa. Un perro es un animal de jauría que necesita interacción social diaria con su familia. Como mínimo, tu perro debería estar vos toda vez que estés en casa, incluido dormir dentro por las noches. Si nunca has llevado a tu perro a clases de entrenamiento, este es un buen momento para hacerlo! Los animales de jauría necesitan de su jauría y para bien o para mal, tú eres esa jauría! Bríndale mucho ejercicio. Antes de irte a trabajar, haz que tu perro corra su pelota, su frisbee o una vara. La regla general es 20 minutos de ejercicio aeróbico, dos veces al día (obviamente si tu perro goza de buena salud) Recuerda que un perro cansado es un perro bueno, porque estará descansando y no ladrando o siendo destructivo.
Dale un lugar seguro para estar. Si a tu perro lo molestan los vecinos, entonces construye un espacio seguro y que no permita ver al otro lado, bien lejos de la cerca. Haz pausas. Antes de dejar solo a tu perro, no pases mucho tiempo con él, para que no se ponga excesivamente ansioso por quedarse solo. Deliberadamente ignóralo durante veinte a treinta minutos, al menos tres veces al día (hace de cuenta que no estás ahí, no le hables, acaricies o mires y alejate si él trata de hacer contacto con vos). Asegurate que toda la familia participa en estas pausas. Una vez que el perro acepte las pausas, avanza a las ventanas de tiempo.
Ventanas de tiempo. Existen estudios que demuestran que la mayoría de los perros son destructivos y ladran durante los veinte minutos siguientes a los que te vas al trabajo (el perro está estresado por quedarse solo) y veinte minutos antes que regreses (los perros anticipan el regreso de su persona favorita). Las ventanas de tiempo le enseñan al perro a calmarse durante el día y a permanecer tranquilo a tu regreso. Quince minutos antes de irte por la mañana, coloca a tu perro donde va a pasar el día e ignoralo. Cuando es tiempo de irte, sólo andate. Al regresar a casa, es lo mismo a la inversa: llegas y durante quince minutos dejas el perro donde estaba, lo ignoras completamente, no lo acaricias, hablas ni mirás. Esto hará que tu perro aprenda a que debe existir un momento de tranquilidad entre que llegas a la casa y el momento en que puede saludarte. Dale a tu perro algo para hacer mientras tú no estás. Si tu perro está ocupado mordiendo algo, es improbable que a la vez esté ladrando. Existen juguetes especiales que puedes rellenar con comida y que mantienen al perro entretenido por bastante tiempo, están diseñados para que sólo una pequeña cantidad de alimento salga de su interior. No agredas a tu perro, ni le cierres el hocico con la esperanza de que esto detendrá el ladrido. Este tipo de castigo lo único que le enseñará es a temerte. Recordá, hace el trabajo de detective para averiguar por qué ladra tu perro. 

jueves, 12 de abril de 2012

EL HOMBRE QUE APRENDIO A LADRAR DE MARIO BENEDETTI

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.
¿Cómo amar entonces sin comunicarse?

Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales. A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.


Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?" La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.
 
 
 

miércoles, 11 de abril de 2012

ENTRENAMIENTO - EL METODO NELVEG - 3° PARTE

Qué es el apego

El apego es el cariño o la atracción natural que tiene un perro por su manada, ya sea por uno o varios de sus dueños, por otros perros e incluso otros animales. Es un comportamiento normal en un animal de manada como el perro, mientras que es poco habitual en animales de naturalezas más independientes como los gatos.


Fases del apego

Los cachorros tienen que pasar por ciertas fases normales en este apego. Primero deben estar muy cercanos a su madre y a los otros miembros de su manada, porque son criaturas débiles y frágiles que necesitan mucha atención y muchos cuidados y estar separados de su grupo puede llevar a la muerte, pero después deben pasar por una fase de desapego - que es normal - en el que se vuelven un poco más independientes y que en la naturaleza les serviría para formar su nueva manada o poder actuar por sí solos sin necesidad de estar tan cercanos a su madre o compañeros. Siguen siendo un grupo, pero ya no deben estar todo el tiempo tan pegados a los otros miembros de la manada. En los perros mascota a veces ocurre que no se da correctamente esta fase de desapego, y se presenta el hiperapego, es decir, el perro está tan ligado a su dueño, que se convierte en un problema, porque no puede estar solo y no acepta separarse de su dueño ni por breves instantes. Esto no es normal ni saludable, porque el dueño empieza a no poder salir en lo más mínimo o el perro tiene reacciones que conocemos como "ansiedad por separación", es decir, se angustia tanto de quedarse solo que puede romper objetos, orinar o defecar por todos lados, ladrar todo el tiempo, etc. En casos extremos el perro llega a causar graves pérdidas económicas sobre los bienes del dueño, o incluso se lastima gravemente a sí mismo. Es importante que se practiquen ejercicios de desapego con el perro, ya que la dinámica de una manada humana es muy distinta a la de una canina: a diferencia de las manadas caninas, los miembros humanos de estas "manadas" nos vemos en la obligación de estudiar, trabajar, irnos de paseo y otras actividades que fuerzan al perro a permanecer solo durante períodos mucho más largos que lo que su naturaleza le permite.


Entrenando el desapego

Dejalo en una habitación, cerra la puerta y si no está llorando regresa a los pocos segundos. Anda cambiando de habitación y progresivamente (a lo largo de varios días o semanas) aumenta la cantidad de tiempo que lo dejas solo. Después practica lo mismo, pero saliendo de la casa. Salí y regresá a los pocos segundos. Si llora, grita, ladra o rasguña no tenés que volver, pues creerá que de esa manera logra que regreses y lo seguirá haciendo. Es importante que al comienzo regreses en poco tiempo, pues le enseña que cuando te vas, regresas. Gradualmente irás trabajando en aumentar los tiempos para no crear ansiedad. Cuando te vayas, prueba dejarle cosas con qué entretenerse. Ten en cuenta que esto implica mucha paciencia y dedicación, pero que al final, valdrá la pena! Un perro, ya adulto, que resulta agresivo con otros perros debido a falta de socialización cuando cachorro, puede aprender a convivir con ellos, a través de un programa de socialización remedial.


Socialización remedial

Este programa implica que el perro en cuestión conozca gran cantidad de perros distintos, pero de manera totalmente CONTROLADA. Siempre debe traer una correa puesta, con un collar resistente, y si se considera necesario puede utilizarse un bozal, aunque los ejercicios deben comenzar a DISTANCIA, y siempre con mucha precaución. El perro debe colocarse a distancia con respecto al otro perro. Ambos perros con correa. La distancia es MUY importante. No deben quedar tan cerca que el perro que necesite socializar se ponga nervioso, al contrario, debe seleccionarse una distancia a la que aún pueda mantenerse relajado o por lo menos, que pueda ponerle suficiente atención a su manejador y tomar premios de él. Si el perro está inquieto, tenso o no acepta los premios, significa que esta distancia debe aumentarse. Lo ideal es que el otro perro sea sociable, tranquilo y más bien sumiso, de preferencia de sexo opuesto al perro a socializar. No es conveniente socializar remedialmente a un perro con otros ejemplares miedosos, agresivos o que tampoco estén bien socializados, ya que esto aumenta mucho la tensión entre ambos. Si el ejercicio está "planeado" y el otro perro es conocido, mucho mejor. Si se trata de realizar los ejercicios en un sitio de "la vida real" como un parque, un estacionamiento, etc, no siempre se conocerá a los demás perros, pero manteniendo la distancia prudente EN TODO MOMENTO, no deberá haber mayores problemas. Cuando el perro a socializar vea, a distancia, al otro perro, se le deben de dar premios, muchos, muchos premios, hasta que el otro perro se vaya. Los premios deben de fluir constantemente y muy generosamente entre el dueño y su perro durante todo el tiempo que este vea al otro perro a distancia. Cuando el otro perro se vaya, inmediatamente deben dejar de darse premios. Esta técnica, llamada desensibilización, tiene como fin que el perro relacione a los otros animales con los premios que recibe, lo que hará que gradualmente los sentimientos iniciales de inseguridad, miedo, defensa o agresión, se conviertan en otros mucho más agradables, con relación a los otros perros. Después de varias sesiones, se nota que el perro que antes ladraba, gruñía, o se portaba tenso e inquieto ante los otros perros, ahora empieza a buscar a su dueño y a mover la cola alegremente al ver pasar a otro perro frente a él. En este momento puede disminuirse un poco la distancia entre el perro a socializar y los otros ejemplares que pasen frente a él, entonces es necesario observar nuevamente la reacción del perro: si se mantiene tranquilo y atento a su manejador, la distancia es conveniente. Si el perro se descontrola y se muestra tenso, significa que la distancia se acortó demasiado pronto, lo que implica que hay que alejarse un poquito más de los otros animales. Encontrando la nueva distancia a la que se puede realizar el ejercicio, sin que el perro se muestre tenso, se repite nuevamente la operación: dar muchos premios cada vez que otro perro pase frente al que estamos sociabilizando. Dejar de dar premios cuando se vaya y así sucesivamente. Gradualmente se puede seguir disminuyendo la distancia, hasta que, eventualmente, el perro pueda estar perfectamente junto a otros perros, sin mostrarse tenso, inquieto, agresivo o miedoso. Estos ejercicios deben realizarse siempre con mucha paciencia y muy gradualmente, ya que acelerar los pasos puede ocasionar que se pierda el trabajo anterior, si el perro se siente tenso o agredido. Otra técnica muy utilizada para socializar perros, es el “contracondicionamiento”, con esta serie de ejercicios se busca que el perro aprenda cómo actuar en determinada situación. Normalmente, un perro mal socializado, cuando ve a otro en la calle o en un sitio público, opta por gruñirle, ladrarle, lanzarse hacia él, jalarse de la correa o incluso tirarle mordidas. Con esta técnica se logra que el perro actúe de un modo específico, cuando se presenta el estímulo, que en este caso son otros perros. De este modo puede enseñársele al perro a sentarse, o a ver fijamente y solamente a su dueño, ante la presencia de otros perros, con lo que se vuelve mucho más controlable. Si un perro no fue bien socializado, es muy probable que sienta inseguridad, temor o ansiedad en presencia de otros perros, por lo que muchas veces es indispensable modificar estos sentimientos antes de poder enseñarle modos correctos de actuar. Por eso, es muy común que se utilice la desensibilización, antes que el contracondicionamiento. Cuando un perro ya puede controlarse frente a otros perros, entonces ya es posible enseñarle acciones específicas que faciliten su interacción con los otros perros como sentarse o como no verlos de frente, sino de perfil, ambas señales de "calma" que evitan peleas, o acciones que eliminen un comportamiento no deseado como ver fijamente al dueño, lo que evita que siga viendo o ladrando al otro perro. Lo único que hay que hacer es premiar al perro selectivamente cuando está pasando otro perro frente a él y cuando el perro realiza la acción que queremos, premiarlo. Por ejemplo, pasa un perro frente al perro que queremos condicionar, entonces, si el perro que estamos manejando se sienta lo premiamos. Si ladra, no lo hacemos. Con repeticiones y a lo largo de varias sesiones, el perro aprenderá a relacionar al otro perro con premios (lo que modifica los sentimientos de ansiedad, temor o inseguridad), a sentarse cuando pase otro perro para recibir su premio. A la larga, el perro acepta ver otros ejemplares y se sienta en cuanto los ve, lo que evita que jale la correa, ladre o los amenace. En estos ejercicios también la distancia es indispensable. Se debe comenzar a la distancia necesaria, como en la desensibilización y sólo debe acortarse esta mientras el perro siga manteniéndose tranquilo, atento y apto para ponerle atención a su manejador.

martes, 20 de marzo de 2012

CUIDADOS BASICOS DEL PERRO ANCIANO


Los cambios superficiales por el envejecimiento, como el cambio de color del pelo en el hocico o la pérdida de dientes, se producen mucho antes en algunos perros que en otros. A medida que el animal se hace mayor, se deterioran la vista y el oído. Pueden aparecer molestias en las articulaciones (sobre todo en perros de tamaño grande), la piel pierde elasticidad y los músculos se encogen. Los síntomas de envejecimiento varían de un perro a otro y pueden no ser apreciables al principio. Hay que tener paciencia ante los cambios de comportamiento que pueda presentar y no hay que exigirlo con largos paseos o períodos de juegos agotadores. Debemos respetar a nuestro amigo y no pretender que siga siendo tan activo como antes, hay que prestar mucha atención ante los cambios climáticos, evitar en todo momento los cambios bruscos de temperatura y por sobre todas las cosas hay que demostrarle que los seguimos amando como siempre aunque ya no pueda correr a traernos sus juguetes o hacer los trucos que le enseñamos.


Signos de envejecimiento

Los músculos se contraen y el cuerpo se debilita.
El pelaje se vuelve más ralo y seco.
El oído se deteriora, llegando en algunos casos a la sordera completa.
El cristalino del ojo se cubre con una nube gris azulada.
El pelo se vuelve blanco en el hocico y las orejas.
El fluido de las articulaciones se seca, causando inflamación y molestias.


Cómo ayudarlo

Cepillarle los dientes: La infección de encías permite a las bacterias pasar al flujo sanguíneo, este riesgo se reduce cepillando los dientes con cuidado y de manera más frecuente que cuando era más joven.
Cuidado de los ojos: limpiar periódicamente el exceso de secreciones, se puede complementar con el uso de colirio (consultar con el veterinario sobre cada caso)
Cuidado de orejas: la cera se acumula con mayor rapidez en perros adultos, hay que comprobar el estado de las orejas semanalmente, despejar el canal auditivo de suciedad y pelos.
Limpieza: los perros adultos se asean menos que los jóvenes, debido a que su cuerpo es menos flexible. Hay que utilizar cepillos suaves porque la piel se hace más fina y sensible. El baño debe ser corto y tratando de no estresar al animal.
Alimentación: Hay que consultar con un veterinario que dieta es la mejor para nuestro perro, el ejercicio disminuye, el hígado y los riñones bajan su efectividad y no son necesarias las mismas calorías que antes, hay que prestar atención a los extras que se le dan para que no engorde.
Masaje: las molestias en las articulaciones son frecuentes, si nuestro perro no hace ejercicio podemos darle un suave masaje en músculos y articulaciones flexionando las patas suavemente cuando está relajado.



miércoles, 14 de marzo de 2012

ENTRENAMIENTO - EL METODO NELVEG - 2° PARTE


Castigos

Jamás, bajo ningún aspecto o motivo, entrenando o fuera del entrenamiento, le impongas castigos físicos o psicológicos a tu perro. No lo golpees ni con tu mano ni con cualquier otro elemento (diario enroscado, por ejemplo). Tu perro debe respetarte como su líder y no tenerte miedo! Si lo golpeas, estarás criando un perro temeroso de vos. No premies a tu perro por conductas indeseables: por ejemplo, no le des comida cuando te pide mientras estás comiendo, ni tampoco lo empujes (él pensará que estás jugando, o sea, una forma de premio).


Premiar lo bueno, ignorar lo malo.

 Tu perro - y especialmente si es aún cachorro – no sabe muchas veces distinguir lo "bueno" de lo "malo", como vos lo harías. Es muy fácil enseñarle. Si siempre lo regañas por lo que hace mal, él se sentirá frustrado, pues nunca te complace nada de lo que haga. En su lugar, premialo por cualquier cosa que esté haciendo que te parezca bien. Olvidate de las órdenes y los comandos. Si estás viendo la televisión y él está sentado y tranquilo... "muy bien!" y dale una recompensa. Si nunca le prestas mayor atención, el se conformará con cualquier tipo de atención de tu parte, incluso la atención negativa, como lo son los regaños. Si está haciendo algo malo, dile "NO!" pero no digas su nombre cuando lo regañes. Cuando se detenga, felicítalo en el momento. No lo castigues ni lo aísles.


Recompensas

Las recompensas deben ser eso: premios. El alimento balanceado no es un premio, es su comida habitual. Ejemplos de recompensa son: queso, pollo cocido, manzana, zanahoria, galletitas para perros, etc. Las recompensas deben ser fraccionadas en un tamaño pequeño. Lo importante es la cantidad de recompensas recibidas, no el tamaño de las mismas. Las felicitaciones, abrazos, y elogios, también son formas de recompensa, aunque éstas deben ser “aprendidas” por los perros (el apreciar el afecto del humano no es instintivo). Es bueno premiar con comida y elogiar / abrazar / etc. Otra forma más de recompensa son los juegos (dar el juguete favorito, por ejemplo) Los perros aprenden rápido, pero fijan su aprendizaje a través de la repetición y la consistencia: haz siempre lo mismo, hazlo siempre igual. No lo sobreprotejas ni premies el mal comportamiento. Si tu perro se asusta de algo, lo levantas, lo abrazas y le decís con voz dulce "bueno, chiquito, tranquilo...", estarás premiando su miedo. Tu perro nunca tendrá la confianza necesaria en sí mismo. Igualmente, si haces callar a tu perro mientras le ladra a una persona o a otro perro con una actitud similar, tu perro está recibiendo el mensaje equivocado, ya que él siente que lo estás premiando por ser agresivo hacia la gente u otros perros.


Un perro es un perro

Trata y educa a tu Caniche de la misma manera que lo harías si tuvieras un Pastor alemán. Tienen la misma capacidad para aprender, y ciertamente merecen la oportunidad de ser educados apropiadamente. Sobre todo, considera que tu perro es un ser vivo que tiene sentimientos y te ama incondicionalmente. No traiciones su amor. Básicamente, la diferencia entre cánidos relacionándose entre sí, versus la relación humanos-cánidos, es que los cánidos tienen múltiples niveles de advertencia. Esto significa que dejan la agresión como último recurso. Antes de agredir hay todo un conjunto de manifestaciones (o rituales) tanto verbales como corporales, que van desde una simple mirada, a un gruñido, a tirar una mordida al aire, etc., que sirven como disipadores. Los humanos sin embargo, en su gran mayoría tenemos el "hábito" de utilizar ese último recurso como único recurso. Por eso es que raramente los perros responden ante nuestra mirada, sino que sólo responden ante el golpe. ¿Qué advertencia diste antes? Por lo general, ninguna, o tal vez una muy breve que ni siquiera da tiempo al perro a cambiar su conducta. Un excelente ejemplo es imaginar el estado de ánimo de un perro como una especie de semáforo. Cuando está en verde, está todo normal y en paz. Cuando está en rojo, es una guerra desatada.


Semáforos humanos, semáforos caninos

Los humanos sólo solemos tener verde y rojo, y en muy contados casos, un muy breve amarillo. Esto significa, o estamos en paz, o castigamos, sin medias tintas. En comparación, los perros y los lobos, tendrían un semáforo más sofisticado, imaginate un semáforo de 4 ó 5 colores. Verde (estamos en paz), Azul (hummm), Amarillo (me estás
poniendo nervioso, vete), Naranja (última advertencia: o te vas, o se va a poner feo), y por último, rojo. Lo bueno de este sistema de "semáforos imaginarios", es que un perro solo necesita "ver que cambió a azul" para deponer un comportamiento, no le hace falta que se le de una golpiza cada vez.


En la práctica

Las próximas veces (plural, significa muchas veces!) que veas a tu perro hacer algo que  consideres molesto, en lugar de pasar de ignorarlo a castigarlo, haz la prueba y recuerda lo de los semáforos. Planifica cuidadosamente qué comportamiento vas a asociar con cada uno de los cinco colores. Por ejemplo, el verde puede ser ignorar completamente a tu perro; el azul es girar tu cabeza hacia él y mirarlo fijamente; el amarillo, ponerte de pie mirándolo fijamente y diciendo "nooooooooo" en forma grave y como advertencia; el naranja regañarlo ya de forma sobreactuada (como si le estuvieras ladrando). Y en el último, ultimísimo de los casos, llegarás al rojo, donde puedes por ejemplo darle una sacudida tomándolo por su piel alrededor del cuello. Por supuesto, que prácticamente jamás! deberás llegar al rojo.
Debes emitir siempre tus advertencias en el mismo orden, y sin saltearte ninguna, sin importar qué tan malo sea el comportamiento de tu perro. Inmediatamente que tu perro deponga su mal comportamiento (y sin importar en qué "color del semáforo" te encuentres) deberás volver inmediatamente al verde. Si sigues mostrándote enojado, tu perro no aprenderá que hizo el comportamiento que buscabas. La mejor manera de describir a un perro deponiendo un mal comportamiento es lo que la gente identifica comúnmente como un perro  que "se ve culpable"


Tips y advertencias

· Nunca te enojes de veras con tu perro. Actuá como si estuvieras enojado.
· No castigues a tu perro por tiempos prolongados. En cuanto muestre buen comportamiento, se terminan las consecuencias negativas.
· No practiques esto con perros que no sean los tuyos, ni con tus propios perros si tu liderazgo no está plenamente establecido, o de otra manera te arriesgas a que el perro también incremente el nivel de agresión, pudiendo llegar, incluso, a atacar.
· Con un cachorro, jamás llegues al "rojo".


Perros que saltan sobre la gente

Cuando tu perro salta sobre vos u otras personas, lo hace por felicidad, y para demostrar respeto a su "superior" lamiéndote la cara, o para "tocar narices". Este es el motivo por el que no podemos castigar ni enojarnos en esta situación. En el peor de los casos, podría hacer que el perro se vuelva miedoso de las personas o agresivo hacia. Lo que necesitamos hacer es que se detengan los saltos. Existen varias formas para hacer que un perro deje de saltar sobre las personas, pero la mejor es utilizando el lenguaje del perro. Los perros adultos dan la espalda y se alejan de otros perros molestos que - por ejemplo - se la pasan tocandolos. Entonces eso es lo que debemos hacer: cuando el perro se acerque te salte, debés darle la espalda (o al menos, un lado) inmediatamente. Pide a otras personas que ante esta situación hagan lo mismo. Tan pronto como veas que levanta sus patas delanteras del piso, le das la espalda y empezas a caminar tranquilamente en el sentido opuesto. No le hables, no hagas nada, excepto darle la espalda e ignorarlo. Es increíblemente efectivo y luego de muy poco tiempo, si lo haces en forma consistente, los saltos disminuirán hasta desaparecer completamente. Esto se llama extinción: al no darle atención, el comportamiento simplemente desaparece. Es algo que el perro puede comprender con gran facilidad, dado que ellos mismos utilizan este recurso. Cuando notes que tu perro pierde interés por saltar, y esté con sus cuatro patas en el
piso, dale lo que buscaba: atención, caricias, juego. ¿Y si se excita y quiere saltar nuevamente? Simplemente vuelves a darle la espalda e ignorarlo. Y vuelves a esperar a que se calme para darle nuevamente tu atención. Empezá realizando este ejercicio sólo tu perro y vos. Buscá aquellas oportunidades cuando sabés que él saltará (cuando regresás a casa, por ejemplo). Más adelante, incluye en el ejercicio a otros miembros de la familia y por último, solicitá la ayuda de otras personas. Primero, trabaja en tu casa y luego fuera, en distintos ambientes como la vereda o la plaza, para darle oportunidad a tu perro de generalizar el comportamiento. Con las personas a quienes por cualquier motivo no les puedas pedir que le den la espalda (por ejemplo, chicos pequeños, ancianos, o personas con algún impedimento físico o simplemente que no tengan voluntad para colaborar con vos y con tu perro), deberás asegurarte que el perro no tenga la oportunidad de saltarles, manteniéndole con correa y lo suficientemente alejado de ellos. Sostenelo en forma calmada, sin retarlo y sin tirar de la correa. El objetivo en este caso es, simplemente, remover la oportunidad de saltar.


Conclusión

Cuando intentás enseñarle algo a un perro, no tiene sentido ser violento, esto sólo los hace inseguros y miedosos. Lo mejor es encontrar otras maneras de lidiar con el asunto. Y, en lo que respecta a saltar, lo descripto arriba es el método más efectivo, pues se le está dando un mensaje al perro en un idioma que él puede entender.

viernes, 9 de marzo de 2012

ENTRENAMIENTO - EL METODO NELVEG - 1° PARTE


El programa de entrenamiento NELVEG (Nada En La Vida Es Gratis) es efectivo en una amplia gama de problemas de conducta canina. Es útil para todos los perros, ya sean sumisos o dominantes. Este sistema puede utilizarse solo o en conjunto con otras técnicas de modificación del comportamiento y es ideal para utilizar con aquellos animales que no tengan problemas graves de conducta y que sólo necesitan algunos “retoques”  Es sumamente fácil de implementar y no importa si nunca se ha tenido un perro como mascota, por lo tanto no hay excusas para tener un perrito mal educado!


Demanda de atención

El programa comienza eliminando la demanda de atención. Cuando tu perro se te acerca y hociquea tu mano esperando una caricia: ignoralo. No le digas "no". No lo apartes, simulá que no lo notaste. Es posible que intente llamar la atención con más energía, en este caso hay que mantener la postura de ignorarlo. Una vez que se de cuenta que esto ya no funciona, se detendrá. En una jauría, los perros con mayor jerarquía pueden pedir (demandar) atención de aquellos de menor jerarquía, y no al revés. Cuando le prestás atención a tu perro cuando él te lo pide, le estas diciendo que el tiene mayor jerarquía que vos en la jauría.
Los perros tímidos sufrirán el estrés de tener este poder y pueden tornarse impredecibles. Nunca saben cuando tú tomarás el mando, entonces nunca se relajarán.

Algunos perros sienten que su habilidad de demandar atención es la confirmación de que son los "alfa" de la jauría, y es cuando se vuelven más difíciles de manejar. Puede que tengan lo que se necesita para ser los "alfa" o no, pero el hecho que no exista alguien en la jauría que sea claramente el líder es un problema aún mayor que si el perro asumiera el rol tiempo completo. Los perros son más felices cuando el orden en la jauría es estable y la tensión se crea por la constante fluctuación en el liderazgo de la jauría.


Arranque de extinción

Si yo te diera $ 200 cada vez que aplaudís, lo harías bastante,  si dejara de darte dinero, seguramente te acercarías a mi y aplaudirías más fuerte y hasta podrías llegar a gritar Eh! Estoy aplaudiendo quiero mis $ 200!!! Si yo no respondo nada, a la larga te vas a cansar y vas a dejar de aplaudir. Ese último intento ruidoso y más fuerte de lo habitual, se denomina arranque de extinción. Si cansada de tus aplausos y para que termines con el ruido yo te doy $ 200 volvemos todo para atrás y te quedas con la ventaja, o sea que lo fundamental es la constancia.
Cuando tu perro aprende que los comportamientos que solían lograr tu atención ya no funcionan más, él intentará más duro y tendrá una arranque de extinción. Si le prestas atención durante ese momento tendrás que trabajar mucho más para revertir el proceso nuevamente. Decir "no" o apartarlo no es precisamente el tipo de atención que él está buscando, pero sigue siendo atención. Ignorarlo completamente es la forma que funcionará más rápido y mejor.


Tener el poder

Como dueño, tú tienes el control de todas las cosas que son geniales para tu perro. Controlás todos los recursos: juegos, comida, paseos, entrar y salir de la casa, ir a pasear en auto, ir al parque. Todo lo que tu perro quiere proviene de vos. Si él ha estado recibiendo estas cosas en forma gratuita, no tendrá ningún incentivo para respetar tu liderazgo o tu propiedad. Un perro tímido se sentirá estresado por esta situación y un perro más dominante será de difícil de manejar. Ambos prefieren que seas quien se haga cargo.


Algo a cambio de algo

Para implementar el programa NELVEG sólo tienes que hacer que tu perro se gane el uso de tus recursos. ¿Tiene hambre? No hay problema, tan solo tiene que sentarse antes de que su plato de comida se coloque sobre el piso. ¿Quiere jugar a la pelota? ¡Perfecto!
Sólo tiene que echarse antes que la arrojes. ¿Quiere salir a pasear? Entonces debe sentarse para que le puedas poner su correa, y tiene que sentarse también mientras se abre la puerta, hasta que escuche la palabra que significa adelante.
Cuando regresan de un paseo en coche tiene que esperar por la palabra que significa "sal del auto", aunque la puerta se encuentre totalmente abierta. No seas muy duro con él. El ya había aprendido que podía tomar todas las decisiones por sí solo. Haz valer estas
reglas, pero tené presente que sólo está haciendo lo que se le enseñó a hacer, y que probablemente necesite algún tiempo para comprender las nuevas reglas. Vas a prestar atención a cosas que probablemente nunca antes notaste. Cuando le des el alimento a tu perro, hacé que se lo gane. No necesitas utilizar comandos de obediencia. Cualquier tipo de acción servirá. Si tu perro sabe dar la mano, dar la vuelta, o hablar, utiliza esos comandos. Tu perro ¿duerme en tu cama? Enseñale que tiene que esperar a que tu le digas "OK" para subirse a la cama, y que se tiene que bajar cuando le ordenas "BAJATE".
Enseñale un comando para que vaya a su cama, o a algún lugar en particular. Cuando llegue a su lugar y se eche, decile "QUEDATE", y luego dejalo ir con un premio. El que tenga un lugar propio es muy útil para cuando llegan invitados, o por cualquier motivo que necesites que el perro se mantenga fuera del camino por un tiempo. También le
enseña que andar libremente por la casa es un recurso que también está bajo tu control.


Atención y juego

Ahora que tu perro ya no es quien está al mando, tú tendrás que hacer un esfuerzo adicional para darle la atención y el juego que necesita. Llamalo, hacé que se siente y luego dale tanta atención como quieras. Haz que busque su juguete favorito y juega con él por tanto tiempo como tengan energías. La diferencia es que ahora sos vos quien inicia la atención y comienza el juego. Lo que más necesita él es tiempo de calidad contigo.

NELVEG no significa que tienes que restringir la cantidad de atención que le prestas a tu perro. El concepto NELVEG nos enseña acerca de quien inicia la atención y no acerca de la cantidad de atención. Llamá a tu perro cien veces al día para abrazarlo y besarlo si queres. Podés demandar su atención. Pero él ya no podrá demandar la tuya.
Al cabo de uno o dos días, tu perro comenzará a verte en una forma completamente distinta, y estará ansioso por aprender más. Usa esta oportunidad para enseñarle nuevas cosas, como dar la vuelta, o enseñarle a reconocer sus juguetes por su nombre, u otros objetos de la casa. Si tu perro es tímido, verás que ahora está más relajado. Ya no hay motivos por lo que deba preocuparse mucho acerca de nada. Ahora tiene fe completa en ti como su protector y guía. Si tienes un perro más dominante, él estará feliz que la pelea por el liderazgo acabó, y su nuevo rol es el de una mascota devota y adorada.



NO

El No es una de las cosas más importantes que debe aprender tu perro. El No no es un castigo. El No es tu manera de decirle a tu perro que el comportamiento que está exhibiendo es inaceptable. Pero, ¿cómo debes decirle a tu perro que No?
Hay una serie de reglas básicas para que tu perro aprenda el significado de la palabra No. Lo primero que debes saber es que hay un "No" para cada perro, tenés que encontrar el No que funciona para tu perro. Según el carácter de tu perro, tu No deberá ser más o
menos enérgico. El No cumple la función de que tu perro se detenga inmediatamente. Debe sorprender, pero no asustar. Si tu perro "no te oye", deberás ser más enérgico. Si asustas a tu perro, debes ser más suave. El No ha de decirse una sola vez. "No!". Debes sonar serio y convincente. El tono de tu voz es lo más importante. Miralo lo más directa y fijamente posible a los ojos. También deberás encontrar el "punto justo" en tu mirada de acuerdo a tu perro. Una mirada muy
fuerte puede causarle a tu perro mucho más miedo que el grito más enérgico. Jamás digas el nombre de tu perro en lugar del No. "Bobi Noooooo!!!" sólo causará que tu perro asocie su nombre con algo negativo (el No). Sólo di "No!". Él sabrá que se lo dices a él, pues lo estás mirando directamente.
Nunca golpees a tu perro para que te entienda. Si tu perro no te obedece ante ningún No, procura ayuda de un profesional en conducta canina, quien evaluará a tu perro y te asesorará.
El No no sirve si no enseñas a tu perro la "moraleja", es decir, que le indiques qué es correcto. Por ejemplo, si tu perro salta sobre vos, decile "No!" y cuando se baje, felicitalo.
El mejor momento para decir No no es mientras tu perro está haciendo algo indeseable, sino antes que tu perro lo haga. No, no me volví loca. Tenés que aprender a "leer a tu perro". Su lenguaje corporal lo delatará siempre. Si está por morder la pata de una silla: "No!" En cuanto cambió de idea, dale un juguete que SI pueda morder y felicitalo (la moraleja). Si está a punto de saltar encima tuyo: NO! Cuando veas que se está preparando para saltar. En cuanto relaja su cuerpo y no salta, premio! Esto funciona muchísimo mejor que decirle que no una vez que hizo algo. La idea es que decirle "ni siquiera lo pienses!" (saltar, morder, ladrar, etc) Asegurate de leer bien a tu perro, para no confundirlo con retos fuera de lugar.
Si tu perro ya está haciendo eso que no quieres que haga, mejor acostumbrarlo a otras órdenes, distintas de No. Por ejemplo "basta", o "bajate”. Nunca le digas No a tu perro luego de que se ha portado mal, y mucho menos, lo castigues. Eso es es totalmente nocivo, pues el pensará que se lo estás regañando por lo que está haciendo -o pensando- en ese momento, que seguramente nada tiene que ver con la travesura que hizo hace un minuto.


jueves, 5 de enero de 2012

SCARFACE NECESITA AYUDA

Scarface es un perrito que apareció en Combatientes de Malvinas y La Pampa el domingo 18 de diciembre de 2011. Tenía la cara destrozada por el ataque de otro perro. Fue operado y está en recuperación.

Es un cachorrón de un año, negro y de tamaño grande. No esta castrado, pero la persona que lo salvó se puede hacer cargo de la operación.

Es muy dócil, incluso durante las curaciones. Cuando come, deja que lo toquen y que, incluso, le saquen la comida. No ladra. Sube y baja escaleras como si las conociera. Duerme sobre una manta y no rompe nada. Hace sus necesidades en la rejilla del patio donde está. Se pone un poco nervioso si en la calle se cruza con otros perros - obviamente por la agresión sufrida - pero ya juega con la perrita de la casa en la que se está curando.

Si alguien puede adoptarlo, por favor, aviseme y lo pongo en contacto con la persona que lo rescató. Si no pueden adoptarlo, compartan la información con sus conocidos.

Gracias.