El programa de
entrenamiento NELVEG (Nada En La Vida Es Gratis) es efectivo en una amplia gama
de problemas de conducta canina. Es útil para todos los perros, ya sean sumisos
o dominantes. Este sistema puede utilizarse solo o en conjunto con otras
técnicas de modificación del comportamiento y es ideal para utilizar con
aquellos animales que no tengan problemas graves de conducta y que sólo
necesitan algunos “retoques” Es
sumamente fácil de implementar y no importa si nunca se ha tenido un perro como
mascota, por lo tanto no hay excusas para tener un perrito mal educado!
Demanda de
atención
El programa
comienza eliminando la demanda de atención. Cuando tu perro se te acerca y
hociquea tu mano esperando una caricia: ignoralo. No le digas "no".
No lo apartes, simulá que no lo notaste. Es posible que intente llamar la
atención con más energía, en este caso hay que mantener la postura de
ignorarlo. Una vez que se de cuenta que esto ya no funciona, se detendrá. En
una jauría, los perros con mayor jerarquía pueden pedir (demandar) atención de
aquellos de menor jerarquía, y no al revés. Cuando le prestás atención a tu
perro cuando él te lo pide, le estas diciendo que el tiene mayor jerarquía que vos
en la jauría.
Los perros
tímidos sufrirán el estrés de tener este poder y pueden tornarse impredecibles.
Nunca saben cuando tú tomarás el mando, entonces nunca se relajarán.
Algunos perros
sienten que su habilidad de demandar atención es la confirmación de que son los
"alfa" de la jauría, y es cuando se vuelven más difíciles de manejar.
Puede que tengan lo que se necesita para ser los "alfa" o no, pero el
hecho que no exista alguien en la jauría que sea claramente el líder es un
problema aún mayor que si el perro asumiera el rol tiempo completo. Los perros son
más felices cuando el orden en la jauría es estable y la tensión se crea por la
constante fluctuación en el liderazgo de la jauría.
Arranque de extinción
Si yo te diera
$ 200 cada vez que aplaudís, lo harías bastante, si dejara de darte dinero, seguramente te acercarías
a mi y aplaudirías más fuerte y hasta podrías llegar a gritar Eh! Estoy
aplaudiendo quiero mis $ 200!!! Si yo no respondo nada, a la larga te vas a
cansar y vas a dejar de aplaudir. Ese último intento ruidoso y más fuerte de lo
habitual, se denomina arranque de extinción. Si cansada de tus aplausos y para
que termines con el ruido yo te doy $ 200 volvemos todo para atrás y te quedas
con la ventaja, o sea que lo fundamental es la constancia.
Cuando tu
perro aprende que los comportamientos que solían lograr tu atención ya no funcionan
más, él intentará más duro y tendrá una arranque de extinción. Si le prestas atención
durante ese momento tendrás que trabajar mucho más para revertir el proceso nuevamente.
Decir "no" o apartarlo no es precisamente el tipo de atención que él
está buscando, pero sigue siendo atención. Ignorarlo completamente es la forma
que funcionará más rápido y mejor.
Tener el poder
Como dueño, tú
tienes el control de todas las cosas que son geniales para tu perro. Controlás todos los recursos: juegos, comida, paseos, entrar y salir de la casa, ir a pasear en auto, ir al parque. Todo lo que tu perro quiere proviene de vos. Si él ha estado recibiendo estas cosas en forma gratuita, no tendrá ningún incentivo para respetar tu liderazgo o tu propiedad. Un perro tímido se sentirá estresado por esta situación y un perro más dominante será de difícil de manejar. Ambos prefieren que seas quien se haga cargo.
Algo a cambio de algo
Para
implementar el programa NELVEG sólo tienes que hacer que tu perro se gane el
uso de tus recursos. ¿Tiene hambre? No hay problema, tan solo tiene que
sentarse antes de que su plato de comida se coloque sobre el piso. ¿Quiere
jugar a la pelota? ¡Perfecto!
Sólo tiene que
echarse antes que la arrojes. ¿Quiere salir a pasear? Entonces debe sentarse
para que le puedas poner su correa, y tiene que sentarse también mientras se abre
la puerta, hasta que escuche la palabra que significa adelante.
Cuando
regresan de un paseo en coche tiene que esperar por la palabra que significa
"sal del auto", aunque la puerta se encuentre totalmente abierta. No
seas muy duro con él. El ya había aprendido que podía tomar todas las
decisiones por sí solo. Haz valer estas
reglas, pero
tené presente que sólo está haciendo lo que se le enseñó a hacer, y que probablemente
necesite algún tiempo para comprender las nuevas reglas. Vas a prestar atención
a cosas que probablemente nunca antes notaste. Cuando le des el alimento a tu
perro, hacé que se lo gane. No necesitas utilizar comandos de obediencia.
Cualquier tipo de acción servirá. Si tu perro sabe dar la mano, dar la vuelta,
o hablar, utiliza esos comandos. Tu perro ¿duerme en tu cama? Enseñale que tiene
que esperar a que tu le digas "OK" para subirse a la cama, y que se
tiene que bajar cuando le ordenas "BAJATE".
Enseñale un
comando para que vaya a su cama, o a algún lugar en particular. Cuando llegue a
su lugar y se eche, decile "QUEDATE", y luego dejalo ir con un premio.
El que tenga un lugar propio es muy útil para cuando llegan invitados, o por
cualquier motivo que necesites que el perro se mantenga fuera del camino por un
tiempo. También le
enseña que
andar libremente por la casa es un recurso que también está bajo tu control.
Atención y juego
Ahora que tu
perro ya no es quien está al mando, tú tendrás que hacer un esfuerzo adicional
para darle la atención y el juego que necesita. Llamalo, hacé que se siente y
luego dale tanta atención como quieras. Haz que busque su juguete favorito y
juega con él por tanto tiempo como tengan energías. La diferencia es que ahora sos
vos quien inicia la atención y comienza el juego. Lo que más necesita él es tiempo de calidad contigo.
NELVEG no
significa que tienes que restringir la cantidad de atención que le prestas a tu
perro. El concepto NELVEG nos enseña acerca de quien inicia la atención y no acerca
de la cantidad de atención. Llamá a tu perro cien veces al día para abrazarlo y
besarlo si queres. Podés demandar su atención. Pero él ya no podrá demandar la
tuya.
Al cabo de uno
o dos días, tu perro comenzará a verte en una forma completamente distinta, y
estará ansioso por aprender más. Usa esta oportunidad para enseñarle nuevas cosas,
como dar la vuelta, o enseñarle a reconocer sus juguetes por su nombre, u otros
objetos de la casa. Si tu perro es tímido, verás que ahora está más relajado.
Ya no hay motivos por lo que deba preocuparse mucho acerca de nada. Ahora tiene
fe completa en ti como su protector y guía. Si tienes un perro más dominante,
él estará feliz que la pelea por el liderazgo acabó, y su nuevo rol es el de
una mascota devota y adorada.
NO
El No es
una de las cosas más importantes que debe aprender tu perro. El No no es
un castigo. El No es tu manera de decirle a tu perro que el
comportamiento que está exhibiendo es inaceptable. Pero, ¿cómo debes decirle a
tu perro que No?
Hay una serie de reglas básicas para que tu perro aprenda el significado de la palabra No. Lo
primero que debes saber es que hay un "No" para cada perro, tenés que
encontrar el No que funciona para tu perro. Según el carácter de tu perro, tu
No deberá ser más o
menos
enérgico. El No cumple la función de que tu perro se detenga inmediatamente. Debe
sorprender, pero no asustar. Si tu perro "no te oye", deberás ser más
enérgico. Si asustas a tu perro, debes ser más suave. El No ha de decirse una
sola vez. "No!". Debes sonar serio y convincente. El tono de
tu voz es lo más importante. Miralo lo más directa y fijamente posible a los
ojos. También deberás encontrar el "punto justo" en tu mirada de
acuerdo a tu perro. Una mirada muy
fuerte puede
causarle a tu perro mucho más miedo que el grito más enérgico. Jamás digas
el nombre de tu perro en lugar del No. "Bobi Noooooo!!!" sólo causará
que tu perro asocie su nombre con algo negativo (el No). Sólo di
"No!". Él sabrá que se lo dices a él, pues lo estás mirando
directamente.
Nunca
golpees a tu perro para
que te entienda. Si tu perro no te obedece ante ningún No, procura ayuda de un
profesional en conducta canina, quien evaluará a tu perro y te asesorará.
El No no sirve si
no enseñas a tu perro la "moraleja", es decir, que le indiques qué es
correcto. Por ejemplo, si tu perro salta sobre vos, decile "No!" y
cuando se baje, felicitalo.
El mejor momento para decir No no es mientras tu perro está haciendo algo indeseable,
sino antes que tu perro lo haga. No, no me volví loca. Tenés que
aprender a "leer a tu perro". Su lenguaje corporal lo delatará
siempre. Si está por morder la pata de una silla: "No!" En cuanto
cambió de idea, dale un juguete que SI pueda morder y felicitalo (la moraleja). Si está a punto de saltar encima tuyo: NO! Cuando veas que se está preparando para saltar. En cuanto relaja su cuerpo y no salta, premio! Esto funciona muchísimo mejor que decirle que no una vez que hizo algo. La idea es que decirle "ni siquiera lo pienses!" (saltar, morder, ladrar, etc) Asegurate de leer bien a tu perro, para no confundirlo con retos fuera de lugar.
Si tu perro ya está haciendo eso que no quieres que haga, mejor acostumbrarlo a otras órdenes,
distintas de No. Por ejemplo "basta", o "bajate”. Nunca le digas No a tu perro luego
de que se ha portado mal, y mucho menos, lo castigues. Eso es es totalmente
nocivo, pues el pensará que se lo estás regañando por lo que está haciendo -o
pensando- en ese momento, que seguramente nada tiene que ver con la travesura
que hizo hace un minuto.
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